Nuevas generaciones, caminos
alternativos
En el año 2006, tras finalizar su doctorado, Sergio –como
muchos otros aspirantes a la carrera de investigador de Conicet
– tenía que concursar una beca para realizar un pos doctorado en el
exterior. La historia, sus colegas, el manual no escrito -que a
veces se presenta como sentido común- y la novedosa investigación
que había surgido de su doctorado, eran condicionantes que
hacían difícil –y hasta poco lógico- mirar otras alternativas y
mucho menos tomar otro camino.
La palabra emprender, según la Real Academia Española
significa “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño,
especialmente si encierran dificultad o peligro”. A juzgar por los
hechos, a hora de decidir se impuso la faz emprendedora de Sergio
Simonetta. Optó por quedarse a realizar su posdoc en el país y
apostar por el desarrollo de una idea, su
idea.
Recientemente volvió del exterior. Estuvo en España,
recibiendo el segundo Premio Iberoamericano a la Innovación y el
Emprendimiento 2011 otorgado por la RedEmpendiapremio por la
empresa biotecnológica que dirige a nivel local. La misma presta
servicios de monitoreo aplicado a animales cuasi-microscópicos, como
el Caenorhabditis elegans (C.
elegans) y las larvas de pez cebra, organismos que se han
empleado en la última década como modelos de enfermedades
humanas. El monitoreo, la medición y el equipo partieron todos de un
mismo punto: su investigación de doctorado.
Sergio Simonetta tiene 33 años, es investigador asistente
del Conicet, trabaja en el Instituto Leloir. En la actualidad,
realiza una maestría en administración de empresas y admira el
modelo de gestión empresarial de Google, donde las horas para
desarrollo individual son centrales para fomentar la
creatividad. (leer nota
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